La Política Institucional de Igualdad de Género se concibe como un instrumento estratégico para avanzar en el reconocimiento y cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres, contenidos en los marcos jurídicos nacionales e internacionales. Se proyecta como herramienta indispensable para la calidad Institucional, que requiere la transversalidad de género en todo su quehacer interno y todos sus ámbitos de actuación externa.
El mundo laboral es una de las esferas de la vida donde se manifiestan con mayor claridad las desigualdades y discriminaciones que enfrentan las mujeres para su desarrollo personal, el despliegue de sus capacidades, su participación igualitaria y su ciudadanía plena. Esta situación hunde sus raíces en concepciones culturales estereotipadas respecto de lo que es femenino o es masculino, y que posicionan a unas y a otros en diferentes niveles de acceso y control de los recursos.
La Ley de Formación Profesional y el Reglamento le dan la potestad al INSAFORP para la revisión continua del sistema de formación profesional y su adaptación a los cambios sociales y económicos, es decir, su adaptación a los intereses estratégicos y necesidades prácticas de la población y del aparato productivo. Esta doble vocación de la formación profesional, atender las cuestiones de índole social y de índole económico, posicionan a la Institución en un lugar privilegiado para impulsar cambios y hacer de la capacitación una oportunidad igualitaria para los hombres y las mujeres, por tanto para el desarrollo sostenible de El Salvador.